Las huellas de la historia
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Los hombres están sobre las mujeres porque Dios ha favorecido uno sobre el otro.
El Corán, IV: 38/34

A estas alturas es inevitable tomar distancia de la difusa tendencia occidental que parece no considerar el hecho que cuando se habla de la ‘opresión de la mujer en el islam’ se hace hincapié en rasgos culturales, que no pueden ser definidos propios del islam, sin embargo, se le acusa de ser responsable de éstos. Muchas veces el desconocimiento que Occidente tiene del islam hace que, en general, no se distinga entre las costumbres de un determinado pueblo, como el árabe, el persa o algunos africanos, con la disposición del Corán y la Sharia del islam. Nuestro esfuerzo consiste en analizar la “opresión de la mujer en el islam”, un hecho incontestable desde una perspectiva social y de género, obviando en nuestro enfoque la interpretación religiosa, manteniendo, si se quiere, el valor de la fe, que, como hemos visto, en el origen fue basada sobre la igualdad, considerando al mismo tiempo la diversidad como una de la fuentes más preciosas.

¿Cómo y por qué han cambiado tanto las cosas, en los tres últimos siglos, entre los que profesan la religión musulmana? Seguramente se trata de un fenómeno que requiere un estudio con detenimiento. Originado por varios factores, algunos son ajenos a la comunidad musulmana y otros proceden de ella, veamos posibles aspectos:

  • La reafirmación del patriarcado pre-islámico.
  • La adopción e imitación de prácticas de los pueblos conquistados (bizantinos, persas e hindúes). Por ejemplo la adopción del Byzantium gynaeceum, que luego se convertiría el harén otomano.
  • La introducción de ideas occidentales, incluida la visión de la mujer como un ser inferior, que fue la posición de los occidentales sobre la mujer hasta hace bien poco.

Y por último, la interpretación de los principios coránicos que sancionan la igualdad de derechos, a favor de una política sexista y teñida de misoginia que caracteriza a los grupos de integristas islámicos modernos -como en su tiempo caracterizó a todo el mundo conocido.